Cómo comprobar fugas con medidores, burbujeo por inmersión, pruebas de pulverización de espuma
Métodos de detección de fugas sin detector de fugas
Prueba de fugas con medidores de vacío sensibles al tipo de gas
El hecho de que la lectura de presión en los medidores de vacío sea sensible al tipo de gas implicado (véase "Medición de la presión indirecta") puede utilizarse, hasta cierto punto, para la detección de fugas. Por lo tanto, se puede aplicar alcohol mediante cepillado o rociado para detectar posibles fugas.
El vapor de alcohol que fluye hacia el dispositivo cambia la lectura de presión del medidor de vacío, ya que la conductividad térmica y la ionizabilidad del vapor de alcohol son muy distintas de las mismas propiedades del aire.
Sin embargo, la disponibilidad de detectores de fugas de helio más precisos y fáciles de usar ha hecho que este método se haya quedado prácticamente obsoleto.
¿En qué consiste la prueba de burbujeo por inmersión?
La muestra de la prueba presurizada se sumerge en un baño líquido y el ascenso de las burbujas de gas indica las fugas.
La detección de fugas depende en gran medida de la atención de la persona que lleve a cabo la prueba y conlleva la tentación de incrementar la "sensibilidad" con temperaturas cada vez más elevadas, ignorando a veces las normas de seguridad pertinentes. Este método requiere mucho tiempo para detectar fugas de menor envergadura.
La siguiente tabla hace referencia a la prueba de fugas de sistemas de refrigeración que funcionan con el refrigerante R134a. En el caso de estos sistemas, la tasa de fuga se indica en gramos de pérdida de refrigerante al año (g/a). Se utiliza agua o aceites a base de petróleo como líquido de ensayo (que puedan calentarse o a los que se pueda añadir un surfactante). La tensión superficial no debe superar las 75 dyn/cm (1 dyn = 10–5 N).
Comparación de la prueba de burbujeo por inmersión con el detector de fugas de helio
Pérdida de refrigerante R134a al año | Tasa de fuga equivalente de R134a a 25 °C | Tiempo para 10 burbujas de gas, Ø 2 mm | Tiempo de detección con detector de fugas de helio |
g/a | mbar · l/s | s | s |
430 | 3,32 · 10-3 | 3,2 | unos segundos |
86 | 6,63 · 10-4 | 15,8 | unos segundos |
21,5 | 1,66 · 10-4 | 63,1 | unos segundos |
17,2 | 1,33 · 10-4 | 1 min 48 s | unos segundos |
4,3 | 3,32 · 10-5 | 5 min 15 s | unos segundos |
0,86 | 6,63 · 10-6 | 26 min 19 s | unos segundos |
0,1 * | 7,70 · 10-7 | 3 h 46 min | unos segundos |
*) Esta tasa de fugas representa el límite de detección de detectores de fugas halógenos de buena calidad (≈ 0,1 g/a).
¿En qué consiste la prueba de pulverización por espuma?
En muchos casos, los recipientes presurizados o las tuberías de gas (incluidas las líneas de suministro de gas para sistemas de vacío) se pueden inspeccionar en busca de fugas de forma muy sencilla pulverizando sobre ellos una solución de surfactante o aplicándola con una brocha. También hay aerosoles de detección de fugas disponibles en el mercado. El gas que sale forma burbujas de jabón en los puntos de fuga.
Aquí, de nuevo, la detección de fugas pequeñas requiere mucho tiempo y dependerá en gran medida de la atención que preste la persona que realice la prueba.
Los sistemas de refrigeración mediante hidrógeno empleados en los generadores de plantas energéticas son un caso especial. A menudo las pruebas realizadas en ellos se llevan a cabo de la manera indicada anteriormente, pero también se pueden realizar con mucha mayor eficacia y sensibilidad "olisqueando" ("sniff") el hidrógeno que sale por las fugas mediante un detector de fugas de helio ajustado para responder al H2.
Prueba con caja de vacío
Una variante de la técnica de pulverización mencionada anteriormente, en la que se forman burbujas a medida que sale el gas, consiste en colocar una "caja de vacío" con una junta (un artículo parecido a unas gafas de buceo) en la superficie que se va a examinar una vez que se ha pulverizado una solución jabonosa.
Seguidamente, esta caja se evacúa por medio de una bomba de vacío. El aire que entra procedente del exterior a través de las fugas provoca la aparición de burbujas dentro de la caja, que pueden observarse mediante una mirilla. Este método también permite examinar placas de chapa metálica planas en busca de fugas, por ejemplo.
Hay cajas de vacío para numerosas aplicaciones, fabricadas para adaptarlas a diversos contornos de superficies.
Fundamentos de la detección de fugas
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